Iquitos está de luto. Huayrurín, el bufeo colorado que durante 19 años fue el engreído del Parque Zoológico de Quistococha, falleció dejando un inmenso vacío en la memoria colectiva de la ciudad. Más que un delfín en cautiverio, Huayrurín fue un emblema viviente de la Amazonía, una conexión entre el río y su gente, una criatura que se ganó el cariño de miles de visitantes y que, en su cumpleaños número 18, recibió simbólicamente un DNI azul, como si la propia selva lo reconociera como ciudadano de honor.

Durante casi dos décadas, fue la mayor atracción del zoológico, un testigo silencioso del paso del tiempo y de las emociones de quienes lo admiraban. Sin embargo, su historia no estuvo exenta de controversia: su permanencia en cautiverio generó debates entre quienes valoraban el cuidado que recibía y aquellos que exigían su retorno al río, algo que, lamentablemente, ya no era posible por su incapacidad de readaptación al medio natural.

Hoy, Iquitos despide no solo a un animal querido, sino a un símbolo de identidad amazónica. Se ha ido Huayrurín, y con él, una parte entrañable de nuestra historia y de nuestro corazón.



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